martes, 27 de abril de 2010

Confusión.


Estoy esperando a que venga, a que me abrace y me cuente cosas preciosas, a que soñemos un nuevo sueño compartido, a que aparezca sin más, sin que me entere, algo tan nuevo y bonito que te dan ganas de ir a la aventura y conocerle, que es tan especial que no puedes dejar de hablarle, ni de escucharle, ni de nada, solo tú y él... a la deriva.. viendo si merece la pena, sin pensarlo, viendo pasar días sin que pase nada nuevo, pero un día un acercamiento, y algo cambia.. poco a poco, sin agobios. ¿Porqué no intentarlo? Empezó todo en una tarde lluviosa, sin nada que hacer, y de repente surge de no sabes donde y te envuelve. No lo entiendes pero, ¿Que tienes que entender?

martes, 20 de abril de 2010

Russian Red


Unos labios pintados de rojo, si, Russian Red, ¿Porqué no? Susurran palabras voladoras al oído, cantan indie, fuman cigarrillos Marlboro, hacen muecas de desprecio, soplan..
Otros labios se les acercan, sonrientes. Una pregunta indiscreta, un Te Quiero libre, para dos, un deseo que no se puede ocultar.
Rodeados por un barba incipiente, esos labios se acercan a la comisura de los otros, los siente cerca, son suyos.
Se pierden, intensos, en esa calle tan transitada, pero están solos, sin hablar, fundidos en una misma boca que pronuncia la palabra "amor" a cada instante, enamorados,si.
Se separan y saben que sin el otro no son nada, que son complementarios, y que esta situación se repetirá mil y una veces, porque, ¿Que es más necesario y a la vez simple que un beso?

jueves, 15 de abril de 2010

Adios, colegio

Tardes largas de clase, interminables.
Mañanas perezosas y tempranas en las que las escaleras del colegio parecen no acabarse.
Ver a las profesoras que tanto te quieren y tanto esperan de ti saliendo y entrando del despacho, despiertas, mientras tu aprovechas para sentarte en el suelo y hablar con tus amigas de las novedades que han podido pasar en una sola noche sin verlas. Un tintineo de llaves y un abrir y cerrar de puertas que indica que la jornada comienza.
Libros plagados de corazones con iniciales, de estrellas y de sueños. Te separan de tus amigas en clase pero siempre consigues una forma de comunicarte con ellas.
Miradas soñadoras de invierno pos la ventana, cuando has decidido que por mucho que prestes atención no vas a entender nada.
Ese uniforme que muchas veces has querido quemar pero que sabes que nunca serás capaz de hacerlo, que lo guardarás para tenerlo en tus recuerdos.
Esos edificios grises y fríos en los que has pasado tantos días, risas, lloros y nerviosismo.
Bajar el cuaderno al recreo sabiendo que no vas a estudiar más y que lo único que vas a hacer es sentarte contra un muro, tomar el sol, y hablar de cosas sin importancia.
Amistades que comienzan entre esas paredes y que nunca se acabarán porque han sido muchos momentos compartidos.
Ver que se acerca el momento de irte, de dejar todo atrás. Estás contenta, te haces mayor, pero te das cuenta de que han sido catorce años de tu vida, que ellas te han educado, que has pasado allí más tiempo que en tu propia casa. Lo echarás de menos y sin poder evitarlo, llorarás.
Sabes que aunque decías que nunca volverías, que querías escapar, algún día volverás con el objetivo de recordad, de verte corriendo con cinco años por el patio, hablando de chicos con trece, y madurando. Verás que fue, es y será inolvidable.

miércoles, 14 de abril de 2010

Adiós


Te miro. Una lágrima. Una caricia que consigo evitar a tiempo. Colores. Me dirijo a la ventana. bruma de la mañana en Brujas. Ya no te espero. Armarios vacíos y historias en la chimenea. La cama está hecha. Un cigarro se consume lentamente en un cenicero de cristal. Nuestros nombres. El humo parece evaporarlos. El reloj que compraste marca las cinco de la mañana. Nunca me gustó. Nuestras voces retumban en las paredes de esa habitación en la que vivimos tantas cosas. Lo hemos perdido, ¿Dónde? Paranoia en los cristales. Maletas en el suelo, ya candadas. pesan. Ojos verdes y nublados en el espejo y un torso desnudo. Nada más. Huele a ella. También me pesa el corazón, ese que ya no te pertenece. pinta labios en un vaso y toallas usadas. Sangre en el suelo. Ella. Muerte. Se acabó.
¿ Porqué lloras? Cuchillo en mi mano. Cae al suelo. Abro la puerta. No miro atrás. Para siempre.

lunes, 5 de abril de 2010

Distancia.


Sabes que estando tan lejos todo es más difícil.


Te gustaría que él fuera lo primero que pudieras ver al despertarte y lo último al acostarte, pero te tienes que conformar con que todo sea al revés, que sea lo primero que veas al dormir y lo último al despertarte, sólo en tus sueños.


Sabes que no puedes sentirle como lo hiciste una vez, que sus labios están a tantos Kilómetros que ni siquiera te los imaginas, que ver una foto suya no es suficiente, ni tampoco oír su voz por teléfono. Le quieres aquí contigo siempre, que no tengas que pasarlo tan mal hasta que puedas verle por fin otra vez.


Tantas canciones que te hablan de él, tantos momentos juntos, ya borrosos, tantas cricicas escondidas que ahora no puedes sentir, tantas lágrimas inútiles.


Te dicen que te olvides de él, que te está haciendo daño todo esto y muchas veces has intentado olvidarlo, pero es imposible.


Te gustaría saber si siente lo mismo, si le quema por dentro no tenerte, si te quiere, si al escuchar "700 km. nos separan" se acuerda de ti.


No sabes si cuando le vuelvas a ver tendrás la valentía para poderle preguntar todas estas cosas, pero te gustaría tanto..


Falta poco para poder verle de nuevo, pero tienes miedo de que todo haya cambiado, de que otra chica te haya sustituido en tu ausencia.


No lo soportarías, porque sabes que si pudieras estar cada día entre sus brazos nada de eso podría pasar. Seríais felices.


Una historia interminable, sin la distancia que lo hace todo inalcanzable.


Porque cuando te enamoras de alguien, te das cuenta de que sin él no eres nada, te cuesta respirar si te falta.


Aunque le conozcas desde que erais niños, de repente todo puede cambiar, ya no es tu amigo con el que jugabas o andabas en bici, no es simplemente alquién con el que as crecido, te das cuenta de que no te basta con verle tres veces al año.


Estaba allí y no te habias dado cuenta.


Quien lo iba a decir..


¿Él? y ¿Yo?. Si, alguien que te conoce lo suficiente, que un día te abraza de otro modo, que no te mira con los mismos ojos cuando la lluvia pega el vestido que llevas a tu piel.


Ya no eres esa cría que él conocia.


De repente él y ella, sin mas, y una vida por delante.


De repente te encuentras en esa situación, te sientes impotente, no sabes que hacer y te rayas porque te das cuenta de que las cosas no son cómo pensabas cuando eras más pequeña y tienes que decidir si quererle a pesar de que sea tan duro y complicado o no romperte el corazón.




Es cuando llegas a la conclusión de que aunque te duela, él va a seguir allí, en tu cabeza, así que solo queda espera llorando, ¿no?

Mi abuelo.


Ese señor arrugado y menudo que me contaba cuentos hasta que me dormía.


Que con tres años me cogía entre sus brazos y me cantaba canciones preciosas.


Que me cuidaba cuando mis padres estaban trabajando y me llevaba al parque.


Se podía pasar horas sentado en un banco viéndome jugar.


Que siempre me dio todo lo que le pedía y me llevaba a pasear de su mano.


Que también me regañó cuando hice algo que no debía.


Un hombre con gran vitalidad, que pasados los ochenta años, se levantaba a las siete de la mañana para cuidar su jardín en esos días de verano.


Que es el dueño de los ojos más bonitos que jamás he visto, y que desgraciadamente no he tenido el orgullo de heredar.


Es ese anciano que ves por la calle con su boina y te dan ganas de abrazarle.


Que con su sonrisa derritió el corazón de mi abuela en épocas de Guerra.


Esa personalidad fuerte que nació en esos momentos tan duros que tuvo que pasar en 1936, con tan solo quince años.


Es que me sigue dando dinero sin que se entere mi madre, como si fuera un juego.


El que cada vez que me ve me da un céntimo, ya que hace años ahorrando uno por uno, consiguió comprarle un abrigo de piel a su mujer.


El que ha sido un padre perfecto, que les enseñó valores grandes a sus hijos.


El que para mi es el hombre más sabio del mundo. Solo basta oírle hablar.


Cuyo nombre me quiero tatuar cuando no este entre nosotros, para recordarle siempre.


Porque mi abuelo es la persona más importante de mi vida.

Tre Metri Sopra Il Cielo


Lo he decidido. Quiero un Step.


Si, el chico ese de " A tres metros sobre el cielo".


Es mi hombre ideal.


El de la peli digo, a el del libro no me lo imaginé así cuando lo leí.




Es ese chico macarra a quien no le importa llevarte de la mano.


Es el que te deja su pesada chaqueta de cuero para que no tengas frío.


Las lía y luego se arrepiente.


Es al que te encuentras esperándote en su reluciente moto a la salida del colegio y que te lleva detrás suyo a todas partes, surcando carreteras.


Es el que te convence para que te hagas el mismo tatuaje que él tiene en la espalda, pero te dice que te lo hagas en la tripa, para poder acariciártelo.


Es el que habla con tu padre y al final, aunque no sabes como, consigue su amistad.


Es al que le dices que te encanta ese castillo abandonado y te lleva allí con los ojos vendados, para ti el mejor sitio para tu primera vez.


Que va de duro pero que te trata como a una princesa.


No entiendes como puede estar así de moreno durante todo el año pero te das cuenta de que él es así.


Además, es italiano.


Es al que le revuelves los rizos oscuros como si fuera un niño.


Te pierdes en sus ojos azules y ni te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor.


Aunque tenga problemas, tiene fuerza para salir adelante.


Es un poco violento y se mete en peleas, pero todo viene de su pasado oscuro, la decepción de ver a su madre en la cama con otro.


Es amigo de sus amigos por encima de todo y siempre les ayuda.


Te defiende cueste lo que cueste y te hace sonreír.


Su sonrisa te cautiva desde el primer día y el lo sabe.


Aunque le odies al principio, el está seguro de que le acabarás queriendo, pero su manera de hacer que te enamores locamente de él, solo la utiliza contigo.


Es el que escribe un graffiti enorme en un puente para que tú lo veas.


Esta dedicado a ti.


Es ese chico que te hace sentir, pues eso, A TRES METROS SOBRE EL CIELO.