Coge mi mano, bésame, ven conmigo a contar estrellas. Déjame que te revuelva ese pelo rubio mientras caminamos por la arena. Que cada día conmigo sea como el último de tu vida, siénteme.
Deja que me pierda en tus ojos azules como si ellos fueran lo único que hay en el universo.
Pasa las tardes conmigo a solas, con solo mis besos como compañía.
Que la pasión sea el nombre que nos describa a los dos juntos. Dibujar la palabra amor en la pared y no separarme de ti.
Jugar a que somos niños y que nos quedan 100 años por delante, solo para nosotros.
Abrir los ojos por la mañana y encontrarte mirándome con una sonrisa.
Quitar la pila del reloj para que se detenga el tiempo.
Ver lugares nuevos para ti y para mi, descubrirlos juntos, observar.
Acabar sentados en unas escaleras y ver pasar a la gente que nos mira. Saben que hacemos buena pareja, que te quiero más que a nada, solo por la forma en que te miro, como si fueras el único chico del mundo, fascinada.
Abrir una puerta y que tus estés al otro lado siempre.
Que vengas con una garantía que me diga que durarás siempre, y que esto que siento nunca acabará, y guardarla bajo llave.
Construir una casa para los dos, en la que podamos pasar noches enteras tumbados en el suelo, mirando al techo.
Secuestrarte y no pedir fianza.
Tirar la casa por la ventana y irme contigo a vivir un viaje interminable.
Que un día, cuando tengas mi cabeza en tu pecho, me susurres al oído: " A la mierda los kilómetros"
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